Durante un par de años, AGAMENON se encargo de mantener a raya a los barbaros y de formar su propio ejército, gente cuidadosamente seleccionada, gente que le ayudaría a conseguir todo aquello por lo que ha luchado desde el principio, su propio trono, su propio reino.
Fue como un parpadeo, de la noche a la mañana AGAMENON era el rey, era el dueño de todo lo que la espina del mundo protegía, la gente no reclamo absolutamente nada, algunos le temían, otros le respetaban, pero increíblemente todos lo apreciaban, sabían que con su firme mano llegarían a la altura de cualquier otro reino, y tal vez mas allá, algo que el cambiante mundo exigía.
Como era de esperarse, así como con su trono, se adueño de una mujer a la que hizo su reina, la madre de sus hijos: Orestes y Electra, hijos de Ophelia. Aunque Ophelia fuera su esposa y reina, el rey podía tomar lo que quisiera y a quien quisiera, por lo que pasaba las noches en las sabanas de distintas mujeres, de entre ellas, una era especial para el rey, su nombre era Clare.
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1 comentario:
Hola, te devuelvo la visita y aprovecho para darte las gracias por tu comentario. La verdad es que últimamente lo tengo un poco abandonado, pero prometo retomarlo en breve. Me he leido algunas entradas de tu blog y me han gustado bastante, así que te animo a seguir con ello. Ya he podido comprobar lo que te gusta Drizzt, así que nos llevaremos bien jejejeje. Un saludo.
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